lunes, 16 de mayo de 2011

Moderna


-¿Qué te vas a poner esta noche, Marta?
-Deberías pensar menos en ropa. -dijo con aire de superioridad.

Marta llevaba dos semanas buscando un trapo cool y alternativo en tiendas on-line, pero no había nada a su altura. Al final creó un diseño totalmente rompedor, algo que les dejaría con la boca abierta. Aunque la materia prima (las antiguas cortinas del salón y anillas de pepsi) no terminaba de convencerle.

"Tal vez, si..."

No. Descartado, de 10 kilos de filetes de ternera se salen del presupuesto. Los folletos del telepizza servirán.

-Tienes razón, -reconoce sonrojada su amiga- lo realmente importante es que la exposición vaya bien, y estoy segura de que lo hará.

Ella enciende el cigarro con un gesto despreocupado, muy de artista.

-Eso me da igual, Malena: aquí lo único realmente importante es mi obra, mi trabajo. Me pongo enferma pensando en que "los otros" pondrán las manos sobre el Arte. Por que esto es ARTE, Malena, ARTE DE VERDAD. No necesito que mercadeen con él, el único aplauso que deseo es el los grandes... y ellos me observan desde el divino celeste.

Siempre Utiliza una cadencia especial para esas dos últimas palabras. Su discurso era mucho más elaborado, claro, pero Malena no sabía nada sobre pintores  muertos ni literatura "gafapasta".
Más le valía que comprasen sus cosas, debía cuatro meses de alquiler. Estaba harta, hartita de comer pan del Mercadona y agua del grifo.

-Sí. -respondió confundida.
-En fin, pero que sabrás tú, pequeña Malena. -mirada de arriba a abajo- Te envidio,¿sabes?
-¿A mí?
-Sí, por supuesto. -sonrió de forma cansada- Todos esperan algo de Marta Casablancas, son como esos pequeños bichitos... succionándolo todo.
-¿Parásitos?
-Por supuesto, parásitos.
-Rosa y Julia vendrán esta tarde, van a morirse de envidia.
-¿La gorda y la "patas"? Sí, lo sé. Aunque son un par de cuadriculadas, seguramente no entienden nada.
-Seguro.
-Por fin todo listo. Voy a por tequila, esto hay que celebrarlo.

Suena un móvil y tras una breve conversación, un grito desgarrador atraviesa el pasillo.

-¿Qué pasa, Marta?
-No lo entiendo, ¡no lo entiendo! -rompe a llorar.
-¿Qué?¿qué?¿son tus padres?
-No, mucho peor: la galería ha anulado mi exposición. -le mira sorbiéndose los mocos- ¿Qué voy a hacer ahora?

Eran amigas desde hacía años. Malena había vivido todas sus etapas: punk, nerd, hippie y quién sabe qué, hasta que al final se decidió a ser moderna, a ser una artista.

Sabía que ya no tenía un duro. Y quería ayudarle, era una obligación moral, pero es que... madre de Dios. Frunció el ceño al contemplar el maniquí con cabeza de toro.

Tal vez, si conseguía desmontarlo, podría endosárselo a su tío Anselmo para el bar.

-Tranquila, cariño. Se nos ocurrirá algo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario